Cuando tú no estás



Te extraño cuando cierro los ojos y pienso que todavía tienes diecisiete años. Extraño levantarme temprano y escuchar tus monosílabos pidiéndome que te levantes antes de las diez para que vayas a trabajar. Extraño que no te bañes antes de irte a trabajar. Extraño bañarme solo con mi jabón camay. Extraño cuando finges que estas dormida mientras yo, en la habitación contigua miro el bloque deportivo. Extraño hacerme el disforzado para irme a dormir al sofá. Te extraño especialmente cuando me cocinas ají de gallina y juras que es uno de los tantos platos que preparas deliciosamente cuando en realidad sabes que es el único plato que sabes cocinar. Extraño cuando falta sal a las comida. Extraño comer contigo lomo saltado en ese chifa mugriento que juro que es el mejor lugar de Huacho. Extraño besarte y sentir ese olor a pecado, ají y cebolla. Extraño que me sirvan una taza de café sin ningún platito debajo. Extraño cuando me dices que no tomas el café tan caliente. Extraño cuando te haces la intelectual y tratas de explicarme cómo debo diferenciar el algodón del poliéster. Extraño cuando quieres venderme un polo que sé que es más falso de los que compro a mitad de precio en la cachina. Extraño cuando descubre que me he comprado ropa nueva. Extraño cuando me dices que amabas cuando me echaba ese Kalos sport que venden en los catálogos que compran todas las señoronas. Extraño que me guardes un asiento en la misa de mes de un familiar para comer chancho y pedir repeticua. Extraño que me trates como un desconocido cuando sales con tus amigos. Extraño negarte en el Facebook. Extraño explicarte mi teoría sobre el escritor que no debe mostrar su vida privada en los medios de comunicación. Extraño borrarte tus mensajes de celos que escribes en mi muro. Extraño crear nuevas y creativos sobrenombres que puedan calificar tu dulzura. Extraño que sepas descifrar la manera como pienso. Extraño cuando descubre que estoy nervioso, en la calle o con alguien. Extraño que me prepares canchita. Extraño ver películas en mi computadora para después jactarme de mi conocimiento sobre la cinematografía mundial. Extraño sentir ese olor a pachulí que ponía en mi cuarto cuando conversábamos mirando el techo. Extraño repetirte el mismo sermón para que dejes ese trabajo pro capitalista. Extraño que no me hagas caso. Extraño que te pongas el blue jean de tu hermana. Extraño cuando masticas chicles. Extraño decirte que dejes de fumar cuando estas nerviosa. Extraño que no me abraces cuando dormimos juntos porque siento que ya no me amas.
Te extraño en mi salchipapas de esquina, en mi ceviche al paso, cuando compro el churro de china que venden en el centro de Lima, pero te extraño sobre todo cuando siento el olor de un libro nuevo que he robado en una librería. Extraño tu ropa sucia que boto a fin de año. Extraño que me digas que abrigue tus pies cuando dormimos juntos. Extraño taparme con esa frezada de tigre que me hace recordar cuando era niño. Extraño que me digas que será la última vez que irá Matador a nuestro campamento familiar. Extraño responderte que Matador es un huevón y que solo sirve para hacernos reír. Extraño que no me dejes salir solo. Extraño no enumerarte los libros que leí esta semana. Extraño no sentir que no te importa lo que escribo. Extraño que pienses que tengo muchas mujeres y esas pueblan mis pensamiento y, por ende, mis escritos. Extraño cuando descubre quien es la mujer, en la vida real, que es el personaje principal de mi cuento. Extraño que ya no te importe lo que escribo. Extraño que a mí tampoco no me importe lo que yo escribo. Extraño ganar un premio y esperar que tú te contentes cuando yo no lo hago. Extraño que sienta que no te sientes orgullosa de mí. Extraño que sientas que un día te dejaré como lo hizo tu padre cuando eras pequeña. Extraño que me pidas a ir al parque. Extraño decir que soy más joven que tú. Te extraño los siete días a la semana aunque a veces cinco pero solo cuando viajo a verte. Extraño que descubras que me he comprado un libro nuevo. Extraño que me pidas que no vaya a jugar futbol los domingos cuando sabes que no lo haré. Extraño decirte que odios las novelas mexicanas. Extraño ver contigo, en la madrugada, esas series policiales que tanto te gustan. Extraño que le digas a todo el mundo que no debo tomar mucho porque me quedaré dormido en el sofá, en la mesa o la vereda. Extraño que tengas miedo cuando bebo en Lima. Extraño sentir miedo cuando bebes en Huacho. Extraño abrir el cajón y encontrar la ropa de tu hermana con la tuya. Extraño que me digas que no debo viajar fuera del país. Extraño escaparme y decirte que estoy fuera del país. Extraño desaparecerme. Extraño extrañarte. Extraño cuando me dices cuando nos quedamos en silencio. Extraño cuando me hablas de tu madre, tu abuela y tus primos que jugaban en ese huerto que ahora solo quedaban arboles resecos condenados por el tiempo. Extraño sentirme raro cuando me presentas como tu esposo. Extraño leer tus mensajes pidiéndome perdón. Extraño decirte que no viajaré a Huacho. Extraño llegar de viaje y verte sentada en la plaza de armas. Extraño tu cintura estrecha y tu cabello negro que se confunde con el viento. Extraño sacar tu pelo de la bañera. Extraño que no te quieras bañar con agua fría y tenga que poner agua caliente en la cocina. Extraño tener que limpiar aquello que tú ensuciaste. Extraño que me digas gordo aunque no sé porque me lo dices cuando me mantengo en mi peso. Te extraño cuando escribo estas líneas y sé que no tipiaré mi trabajo de la universidad.
Te extraño como extraño estudiar en la católica. Te extraño como extraño las historias de rebeldía de mi abuela. Extraño que te rías de mi abuela. Extraño decirte que debes ser como mi abuela. Te extraño cuando me pides las llaves de tu casa. Te extraño en el asiento delantero de mi bicicleta que la estaciono al costado de un árbol cuando voy a recogerte al trabajo. Extraño que me tires la llave de tu casa por la ventana. Extraño que me llames al celular pidiéndome plata. Extraño no dártela. Extraño cuando nos sentábamos a embriagarnos en la calle colón para alucinar que éramos bien malditos. Extraño que ya no me digas que huelo rico. Extraño recordar cuando no sabías coger un cigarro y fumabas como si fueras chino. Extraño verte con esos zapatos altos que te hacían ver como si fueras una garza. Extraño verte en la universidad. Extraño explicarte sobre la Filosofía medieval. Extraño que tus amigas te digan que soy muy inteligente y a ti no te importe. Te extraño ver con ese mandil a cuadritos que tanto me gustaba. Extraño arrepentirme en no ir a ponerte el mandil de jardinera. Extraño sentarme contigo en esa capilla donde mirábamos el mar de noche. Extraño que me lleves a la cama cuando estoy ebrio. Extraño decirte que no estas gorda. Extraño que me digas que estoy gordo. Extraño comer un helado. Extraño regalarte un rosa blanca. Extraño que te ruborices. Extraño esos ojos de inocencia que ponías cuando no sabías qué hacer. Extraño que me digan que eres una mujer bonita. Extraño cuando tratas de regalarme algo para luego decirte que no me gusta. Extraño que me digas que lo más preciado que tengo son mis libros. Extraño que me digas te lo dije cuando la cague. Te extraño cuando veo el rostro de Matías y veo tu rostro. Extraño que me digas que Matías se parece a tu hermano. Extraño ver esa foto cuando tenías once años. Extraño verte con esos gestos que no perteneces a ningún lugar. Extraño verte llorar de impotencia. Extraño cuando me perdonas. Extraño que me digas cuando nos vamos a casar. Extraño hacerme el huevón y así dejar pasar el tiempo. Extraño que me digas que me amas. Extraño que viajes a Lima solo para verme y comer anticuchos en la tía de la curva y pagar con tu plata. Extraño cuando compras Pepsi en vez de Coca cola. Extraño cuando compras Konsil para tu cabello. Extraño cuando dejas las cosas botadas. Extraño perdonarte por lo desordenadas que eres. Extraño decirte que cambies. Extraño que me digas que cambie. Extraño decirte muchas mentiras para hacerte creer que todavía debes seguir estando enamorada de mí. Extraño cuando haces creer a todos que sabes mucho cuando en realidad te aburre en las conferencias de Literatura. Extraño que tengan miedo de estar sola. Extraño que sepas que me da miedo estar solo. Extraño que sepas que algún día viviremos juntos. Extraño que me digas que odias Lima. Extraño que me cuentes miles de veces como nació Matías. Extraño que te vayas en moto y me dejes para que de una vez aprenda a pagar la cuenta del restaurante. Extraño que me despidas con un beso, que me abraces y que me digas que te estamos esperando el fin de semana aunque sabes que no vendré. Extraño que huelas a frutas, a ropa recién planchada o a sudor. Extraño que me digas que odias que me saque los bellos de la cara en frente tuyo. Extraño que nos quedemos dormidos mirando el televisor. Extraño decirte que me da miedo ser como mi padre. Extraño saber que te estoy perdiendo en cada día que pasa. Extraño es saber que tan tarde me he puesto a escribir estas palabras y lo injusto que he sido contigo. Extraño es extrañar aquello que se tiene presente y tontamente no se sabe apreciar. Y más extraño todavía es decir que te amo cuando lo extraño es que me sigas amando

Comentarios

Publicar un comentario